Sirena
Hay una calma nueva, extraña y pegajosa que se mueve lentamente de un sitio para otro que no me permite ver lo que tú ves ni sentir lo que tú sientes ahora, como una pareja incómoda y gastada o un viaje absurdo a ninguna parte. Las flores huelen a pensamientos repetidos más de un millón de veces masticados, entre la vida agitada que nos persigue y tus maravillosas costumbres de sirena soñadora, habitante ocasional del barco azul y negro permanentemente varado en la playa y capitaneado por la incertidumbre y el deseo. Una insólita civilización por descubrir con las manos a través de las ingrávidas lagunas de tus inmensos ojos verdes.
La máscara y el espejo.
ResponderEliminarCuántas máscaras y espejos he descubierto no hace mucho.
Las máscaras ocultan, los espejos reflejan; Perfecta combinación para ver la realidad que a veces te deshilacha.
Un abrazo