Hay días impares devorados por el calendario
en los que descubres
tantas cosas nuevas por todas las esquinas
-o que al menos flotaban entre nosotros
desmayados y rebeldes-
que tapas los ojos del resto de la gente
con todas tus manos manchadas a conciencia
y aguantas el grito que es duda
hasta el momento en que pierdes tu condición
y nada se mueve
ni se oye
ni respira.
en los que descubres
tantas cosas nuevas por todas las esquinas
-o que al menos flotaban entre nosotros
desmayados y rebeldes-
que tapas los ojos del resto de la gente
con todas tus manos manchadas a conciencia
y aguantas el grito que es duda
hasta el momento en que pierdes tu condición
y nada se mueve
ni se oye
ni respira.
cierto...
ResponderEliminarHay días impares en que prefieres darte por muerta, a que te maten lentamente. Cuestión de egoísmo, supongo. Duele menos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aun no se si eres mujer u hombre
ResponderEliminarte sigo leyendo
beso