Cuando lo imprevisible habita en las mejillas
espero el silencio candente para no naufragar.
Puentes vegetales de siglos
bajo los que mudar la piel salada y deshecha a mordiscos
para sobreanidar en la nieve reciente
para iluminar.
espero el silencio candente para no naufragar.
Puentes vegetales de siglos
bajo los que mudar la piel salada y deshecha a mordiscos
para sobreanidar en la nieve reciente
para iluminar.
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